Rubén Pérez Sobrino

Rubén Pérez Sobrino

Director Área Consultoría y Software de Seresco

“Para ser capaces de proporcionar servicio durante 50 años tienes que tener muy claro que tus compromisos son los del cliente”

¿Cómo valora el 50 Aniversario de la empresa?

En nuestro sector, dada la evolución y el cambio continuo, hay que reconocer que no es lo mismo veinte, que treinta, que cincuenta años. En los últimos tiempos, hemos oído hablar mucho acerca del cambio exponencial, el impacto en la sociedad, etcétera… Cambios siempre ha habido; las certezas siempre fueron muy efímeras aquí, y los desafíos constantes. Hay que reconocer el mérito de la gente que ha trabajado en Seresco para conseguir que la empresa llegue a estas alturas, 50 años, con esta buena salud empresarial y, sobre todo, con la capacidad cultural de adaptación al cambio.

¿Cuál es su visión de Seresco después de medio siglo de historia?

Seresco es una empresa muy bien enfocada, con productos y mercados muy concretos, que elige -no dispara a todo; eso es parte de nuestro ADN, el saber elegir, el tomar esas decisiones-, y que en aquellos ámbitos donde entra es capaz de convertirse en una referencia funcional, dentro del orden de magnitud que permite nuestra compañía. 

Tenemos ejemplos clarísimos, como el Área de Cartografía y Catastro o el servicio de ‘outsourcing’ de nómina. Seresco es una empresa donde la sensación es que podemos hacer de todo, que podemos llegar a hacer de todo. 

 

"Hay que reconocer el mérito de la gente que ha trabajado en Seresco para conseguir que la empresa llegue a estas alturas con esta buena salud empresarial".

 

¿Cuáles son los valores corporativos más destacables de la empresa?

Quizá la orientación extrema al cliente: extrema, subrayando lo de extrema. Hemos de tener en cuenta que la oferta de la empresa está configurada en torno a servicios. Para ser capaces de proporcionar servicio, interactuando día a día durante 50 años, tienes que tener muy claro que tus compromisos son los del cliente, los objetivos del cliente.

También la integridad, pero de forma muy natural: hay cosas que sí y hay cosas que no. Y luego, esto que se dice de la innovación: la capacidad y el poder transformador que tenemos aquí. Seresco tiene una vocación tremenda por crear nuevos productos y servicios, siempre muy enfocados -eso sí- dentro de las áreas funcionales, y apostando muy a largo plazo. Donde entramos, entramos... pero no especulamos con este concepto de la innovación.

Como decana del sector TIC, Seresco forma parte de la historia de la informática y, tradicionalmente, ha sido una cantera significativa de talento.

Es mi fibra sensible, porque yo he formado parte de esa cantera, igual que muchos profesionales que han pasado por esta casa y por el sector en los últimos años. No en vano, en Galicia y Asturias, Seresco todavía es una referencia en términos de escuela de formación. Por Seresco han pasado miles de profesionales; los primeros pasos en el mundo de la informática los han dado entre estas paredes.

¿En qué medida ha cambiado la manera de programar y afrontar los proyectos? ¿Cómo ha logrado Seresco adaptarse a mercados tan dinámicos y disruptivos?

En cuanto al desarrollo de 'software', hacemos un esfuerzo todos los años por formar a los equipos para que sean capaces de mantener este ritmo, pero hay que reconocer que es imposible -materialmente imposible- mantenerlo si no cuentas con unos equipos muy vocacionales.

 

"Por Seresco han pasado miles de profesionales; los primeros pasos en el mundo de la informática los han dado entre estas paredes".

 

Yo creo que el mundo del 'software' es muy vocacional; una vez que entras, sabes que si quieres ser un gran profesional va a exigir estudiar mucho y de forma continuada para siempre, si quieres mantener el ritmo. Por muchos esfuerzos que haga la empresa, que los hace, no sería capaz de mantener el ritmo tecnológico, de adaptarse a los nuevos tiempos, si no contase con esos grandes profesionales que tenemos.

En los últimos años, la compañía ha irrumpido con fuerza en sectores tan novedosos como la agricultura de precisión. ¿Qué otras oportunidades de negocio e innovación han identificado?

En primer lugar, hablando de agricultura, es verdad que en las últimas décadas hemos sido referencia en términos de 'software' para agricultura en el sector público y en el territorio nacional. Como primera oportunidad, la más evidente es expandir ese mismo negocio a otros países. Para salir fuera, tienes que ser referencia en algo, y ahí creo que lo somos: somos muy buenos. En el mismo ámbito agro, estamos trabajando en otras soluciones relacionadas con la comercialización, con la sanidad, con el fraude… Las iremos liberando a lo largo de este año y en 2020.

En cuanto a otros ámbitos funcionales, en este mundo pasan olas continuamente; entonces, hay que decidir a qué ola te subes. Personalmente, creo que la próxima gran disrupción o uno de los grandes cambios que vamos a enfrentar en los próximos tiempos va a ser la confluencia de energía y transporte. Si nos fijamos, aparecen grandes desafíos. Lo estamos viendo: el tráfico, la polución en las grandes ciudades son noticia… Aparecen nuevos comportamientos sociales; por ejemplo, la interiorización del concepto ‘As a Service’ -como servicio- o la economía colaborativa... Entre las tecnologías emergentes que han aparecido en los últimos años, hay algunas para las que intuímos ya su valor real. En ese ámbito de energía y transporte es muy posible que Seresco comience a trabajar.