Desde una institución histórica como SADEI, ¿cuál es su visión del papel de Seresco a lo largo de sus 50 años de historia?
Que no es fácil. Que son hitos que difícilmente se alcanzan. De ahí que proceda, en primer lugar, trasladar la más cordial enhorabuena por haber alcanzado esa mayoría de edad.
Entrando en materia, lo primero en lo que piensas es que hay un período de historia compartida. Una etapa en la que Seresco contribuyó a sentar las bases de la informatización en Asturias en general, y particularmente en las empresas asturianas. Es la antesala de lo que luego fue todo el proceso de la digitalización de la época actual.
"Surgen palabras de reconocimiento, respeto y consideración profesional a todo el equipo de Seresco y a la propia filosofía de trabajo de la empresa".
También surgen palabras de reconocimiento, respeto y consideración profesional a todo el equipo de Seresco y a la propia filosofía de trabajo de la empresa, una de las primeras que yo vi que trabajaban por proyectos; y que transmite una imagen de seriedad, solidez y estabilidad en el tiempo que le ha permitido mantenerse a lo largo de todos estos años.
¿Cómo describiría de forma más amplia este período de historia compartida por Seresco y SADEI?
En primer lugar, en el tiempo. SADEI se fundó apenas tres años antes que Seresco, y son dos empresas con una fuerte vinculación a Asturias.
A finales de los años setenta, SADEI comenzó a montar sus bancos de datos y a buscar soluciones para el manejo de grandes volúmenes de información.
Y en una parte de ese proceso estuvo Seresco colaborando en las primeras aplicaciones que permitieron poner en marcha soluciones como el Movimiento Natural de la Población de Asturias en 1985 o la grabación masiva de datos del Padrón Municipal de Habitantes de 1986, donde se grabaron cerca de medio millón de cuestionarios.
En aquellos años, ¿cómo se trabajaba en estos grandes proyectos vinculados a la informática?
Hay que tener en cuenta que todo estaba por hacer, pero quizás agilidad y versatilidad pueden ser palabras que se adapten a la forma de trabajar de entonces. Donde, por ejemplo, alquilábamos un local a medio camino entre la sede de Seresco y de SADEI para poder trabajar todos los implicados. Y donde, cuando surgía un problema - recuerdo una inundación en un proceso de grabación, en una sala que se había alquilado para los censos de 1991-, aún con diferencias en cuanto a las responsabilidades, al final el compromiso con el cliente hacía que todo se resolviese. Quizás un anticipo de lo que luego vi alguna vez como lema de Seresco: Seresco soluciones.
¿Qué retos cree que afrontará la compañía en el futuro?
Seresco seguramente tiene un futuro propicio porque viene demostrando una gran capacidad de adaptación continua a los mercados, dando muestras de una cierta destreza para anticiparse a las dinámicas de la economía. Y, sin duda, se ha convertido en una gran empresa con proyectos e iniciativas propias, en una compañía abierta al exterior y a la innovación, esa palabra tan de moda ahora. Por otra parte, esa adaptación a nuevos mercados y a nuevos negocios no es algo nuevo en su historia: no hay que olvidar que una parte fundamental de Seresco fue su faceta de cantera, seguramente la mejor cantera de informáticos para muchas empresas asturianas, sobre todo cuando no existían facultades de ingeniería informática en Asturias.
"Seresco ha sido la mejor cantera de informáticos para muchas empresas asturianas, cuando no existían facultades de ingeniería informática".
Hoy, con otra visión, habiendo diversos módulos de FP y grados universitarios de informática en Asturias, Seresco se ha adaptado a los nuevos tiempos y ha abierto nuevas líneas de negocio en las que esos estudiantes, que ya no son de su propia escuela, sino de otras formaciones, hacen sus prácticas o desarrollan su carrera profesional. Así pues, Seresco no solo es una referencia en el sector en Asturias, sino que además se ha convertido en un valor seguro de cara al futuro.