¿Cuándo empezaste a trabajar en Seresco?
A principios de 1999 (suena ya como la prehistoria…). Se acababa de abrir delegación en Madrid y estaban reuniendo al equipo de trabajo con el que se iniciaría la andadura en esta zona. Cada uno de los que nos íbamos incorporando a la empresa llegábamos con mucha ilusión, no sólo por el nuevo puesto de trabajo sino también por la responsabilidad de afianzar y hacer crecer la delegación que estaba dando sus primeros pasos.
Recuerdo con mucho cariño a los compañeros que han ido pasando por Seresco, pero en especial al primer delegado, Pedro García Celeiro. ¡Nos hubiera encantado a todos poder compartir estos 50 años con él!
¿Cuál es el primer recuerdo de la compañía que se te viene a la mente?
A los pocos días de incorporarme a la empresa, fui a conocer la central de Seresco y me sorprendió la cantidad de gente que estaba trabajando allí. No pensaba que la empresa fuera tan grande. Me recibieron mis compañeros de administración, que en aquel momento era el departamento en el que trabajaba, y me sentí muy bien acogida.
Hemos trabajado durante muchos años de forma muy estrecha, y en particular con Carmen Álvarez por el tipo de tareas que debíamos desarrollar y que compartíamos a menudo. En aquella ocasión, hicimos un recorrido por las instalaciones de Seresco y a la vuelta ya no recordaba el nombre de la mitad, pero con el tiempo lo conseguí.
"Todos debemos evolucionar y adaptarnos a las nuevas situaciones, y si no hubiera sido así, creo que no estaríamos celebrando los 50 años de Seresco".
Desde tu experiencia, ¿cómo describirías la evolución de la compañía a lo largo de estos años?
Durante 20 años, hay mucho tiempo de acumular experiencias, y muy intensas. Y el cambio, desde luego, ha sido enorme y de forma exponencial, sobre todo durante los últimos años.
El mundo no te da tregua y no hay opción, debes ir adelantándote a las necesidades de los demás, dando el servicio que necesitan o te quedas atrás y, más si cabe, en este sector.
Todos debemos evolucionar y adaptarnos a las nuevas situaciones, y si no hubiera sido así, no estaríamos celebrando los 50 años de Seresco.
¿Qué es para ti lo mejor de Seresco?
El ambiente de trabajo, sin dudarlo. Todos los que trabajamos en esta empresa somos conscientes de que la aportación que cada uno hace a la compañía, con la intención de que mejore, crezca y evolucione, se valora. Hay que mencionar las políticas que se llevan a cabo desde RR.HH. para poder compaginar la vida profesional y personal, el teletrabajo, la flexibilidad horaria y la comprensión con las circunstancias personales de cada uno. Esto no se encuentra en todas las empresas.
"Hay que mencionar las políticas de RR.HH. para compaginar la vida profesional y personal, el teletrabajo, la flexibilidad y la comprensión con las circunstancias personales".
“Nuestra historia, tu futuro” es el lema oficial del 50 Aniversario de la empresa. Si tuvieras que elegir un eslogan alternativo, ¿cuál sería?
Transformándonos contigo. En ello estamos y debemos siempre ir por delante en propuestas e innovación.
¿Y una canción para ponerle banda sonora al 50 Aniversario?
“Volver a comenzar”, de Luz Casal. Nunca debemos olvidarnos de marcarnos objetivos, grandes, pequeños… con ilusión y motivación, aunque no nos salgan las cosas como nos hubiera gustado. Hay que intentarlo
¿Cómo imaginas a Seresco dentro de otros 50 años?
Tal como va todo, seremos medio biónicos, ¡pero pienso verlo! En fin… ya me resulta difícil pensar lo que será dentro de diez años… pero estoy segura que las nuevas generaciones trabajarán de otra forma muy diferente, tendrán otra visión de la vida y otras inquietudes y, desde luego, casi nada que ver con la vida de hoy en día, pero lo que compartirán con los que forman hoy Seresco, será la motivación por intentar hacer las cosas mejor cada día y con entusiasmo. Ese es el motor del mundo.